Grecia, el nuevo este de Alemania?

La austeridad significa, según Merkel y Schäuble, que los asalariados griegos de bajos ingresos se convierten en la reserva de mano de obra para los norteños. Para los repartidores de paquetes y los taxistas, el salario mínimo ya está en papel. La hospitalidad también está floreciendo bajo la afluencia de mano de obra barata. Los trabajadores cárnicos búlgaros y polacos apoyan a la industria con sus salarios de miseria. También se espera que Grecia se una a la gama de proveedores de mano de obra barata. Pero los griegos resisten el aplanamiento de su propia economía nacional. No quieren esperar 25 años en paisajes florecientes, no tienen más dictaduras que abandonar y tampoco pueden cruzar hacia el Oeste. Desde el lunes, la circulación de dinero se interrumpe y Grecia queda fuera del ciclo económico: la última forma de chantaje.

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